Los
escoberos
(Fuente:
"Almazul,
un pueblo agrícola" de Alfredo, Agustín
y Alejandro)
Los
pueblos del Campo de Gómara se repartieron las
actividades artesanales vinculadas a la agricultura
y a las tareas agropecuarias. Así, si el centro
cestero fue Almenar, Almazul fue el de la escoba de
ontina, junto con Carabantes, Quiñonería
y Pinilla del Campo. A esta actividad se dedicaban los
agricultores en los periodos inactivos del invierno,
realizando su recolección en el otoño.
Sencilla pero práctica artesanía que los
almazulenses elaboraban, a veces, con el concurso de
familias enteras. Hoy ha desaparecido esta singular
industria.
La
planta
La
planta es la ontina o retama común, también
conocida como escobera, que se cría silvestre
en las tierras yermas del Campo de Gómara y se
caracteriza por la abundancia y pequeñez de sus
flores amarillentas. Este arbusto abunda menos en la
actualidad, al labrarse muchos de los antiguos yermos.
Una vez perdida la flor, en el otoño, la ontina
adquiere la necesaria flexibilidad para ser trabajada,
y es el momento de arrancarla y trasladarla para su
posterior utilización.
El
procesado
Para
realizar las escobas, primero se coge un pequeño
manojo de ramas que formen la escoba; a continuación
se golpean sus tallos con un mazo de madera, desnudándolos
o descortezándolos después con una hoz
o navaja.
Posteriormente
se unen y abrazan los tallos, para formar la cabeza
de la escoba, ciñéndolos con un mimbre
(después el mimbre fue sustituido por la cuerda).
Se utiliza una abrazadera de cuerda de boca circular
llamada asidero de escoba, que prensa las ramas mientras
se atan. Para conseguir el atado final fuertemente presionado
se utiliza el garrotillo, que es un palo curvado de
forma cóncava que se coloca bajo la atadura.
El
tipo de escoba
El
nombre de escoba viene del latín "scopa"
y puede hacerse con un manojo de ramas flexibles o de
diversos filamentos, atado o no atado al extremo de
un palo o caña. Las escobas de Almazul no llevan
palo, ni mango corto; son simplemente escobas, y no
escobones, que están pensadas para cubrir las
necesidades propias de las actividades agropecuarias
y domésticas. Tanto sirve para barrer la cuadra
como el patio de casa, la era como la calle. Con esta
artesanía los escoberos de Almazul aportaron
un útil sencillo pero eminentemente práctico,
que se contribuyó a la limpieza y saneamiento
de los vecinos de una amplia zona.
El
comercio
Las
escobas eran cargadas a lomos de caballerías,
siempre en lotes de doce, y se llevaban a vender a Gómara
y a otros pueblos de Soria y de Aragón. Con esta
singular artesanía y especial sabiduría
los vecinos de Almazul utilizaron la venta de escobas
como complemento de su economía agrícola
y con el intercambio de las escobas por vino, en la
zona aragonesa, consiguieron incorporar a su economía
un producto sumamente apreciado en el medio rural.
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